Rafting en el Cañón del Colorado

El Cañón del Colorado merece la pena ser visitado tan solo por su espectacularidad, por la inmensidad de ese paisaje seco, rocoso y de tonos rojizos, incomparable con otra maravilla de la naturaleza. Sin embargo, la experiencia viajera cobra fuerza si se añade el ingrediente de la aventura: un descenso por el río Colorado haciendo rafting. Sin duda, una experiencia recomendable para cualquiera que tenga previsto viajar al Grand Canyon y quiera vivir sensaciones fuertes.

Cuando estuve en el Gran Cañon hace unos años con mi familia, reservamos una excursión por el río Colorado y nos prometieron experimentar sensaciones emocionantes. Pasados unos años, ese descenso por los rápidos del río Colorado sigue estando presente en mi memoria, con sus 446 km de largo, 29 km de anchura y 1.6 km de profundidad.

El Grand Canyon por aire y por tierra

Decenas de empresas se dedican a organizar excursiones por tierra y por aire que permitan descubrir y disfrutar de este paisaje único en el mundo. Las excursiones por tierra se hacen a pie, en jeep, en mula o en embarcaciones que navegan por las aguas del río Colorado.

También recomiendo sobrevolar el Grand Canyon con una avioneta privada. En mi caso, la cogimos en Las Vegas, pero esa es otra experiencia que explicaré con todo detalle en otro post.

Los rápidos del río Colorado

El río Colorado maneja una clasificación de rápidos que van del 1 al 10 y del total del recorrido aproximadamente el 12% tiene rápidos. Uno de los factores que aumenta el grado de dificultad es la fría temperatura del agua, ya que ésta proviene del fondo de la presa Hoover, una de las más grandes de Estados Unidos y cuyas aguas proceden del deshielo de las montañas nevadas de Colorado.

Rafting por el río Colorado

La empresa con la que hicimos la excursión fue Hualapai River Runners, en esos momentos la única compañía propiedad de los “Indian Hualapai”, con guías “Hualapai” que hacen la experiencia todavía más especial. Aman su trabajo y su casa (el Grand Canyon) y son grandes expertos en recorrer el territorio y en compartir su sabiduría.

Las embarcaciones (tipo Zodiac) pueden transportar hasta 10 pasajeros y las excursiones son de uno o de dos días normalmente. Yo hice la de un día.

Excursión de un día

Nos recogieron a las seis de la mañana en Peach Springs y recuerdo que finalizamos la excursión sobre las 6 de la tarde en Lake Mead. Por aquel entonces, los niños menores de 8 años no podían hacer la excursión por motivos de seguridad, es aconsejable consultar la edad mínima si viajáis con niños.

Nos pusimos el chaleco salvavidas y empezamos la excursión, los rápidos no parecen tener tanta fuerza desde fuera del río como una vez dentro… ¡Sólo los Hualapai pueden hacerlo tan bien! Durante el descenso del río paramos a comer (incluido en el precio de la excursión) y a disfrutar de un agradable baño bajo las cascadas, ocultas al ojo del visitante más observador.

Para terminar este post, quiero daros un último consejo…

¡Vivir una experiencia es no olvidar nunca lo sucedido!